Si solo el poner las canciones de una fiesta requiere de un gusto especial, ser pinchadiscos de una discoteca o producir música electrónica podría parecer algo muy complejo. Elegir el orden de los temas, la forma de combinarlos y los volúmenes exactos es algo que requiere de "ganas de aprender, darse un tiempo para ello, y un poco de conocimiento musical, nada más", nos dice Gustavo García, director de DJ College, primer centro de estudios para pinchadiscos en Lima, que funciona desde 2005. Hoy, la academia cuenta con 400 alumnos, en sus dos grandes ramas: producción musical y discjockey. Ambas en tres niveles de dos meses cada uno. "Lo primero que buscamos es que el estudiante se familiarice con sus instrumentos como la consola y los software de creación de música, normas básicas de seguridad, y que conozca algo de teoría del discjockey", afirma García. DJ College celebró cinco años enseñando los principios y bondades de ser un buen pinchadiscos.
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